Entrevista con Wolfgang Freidrichs

Aston Martin DBR1 fue un coche adelantado a su época. Fue diseñado y fabricado por Aston Martin en 1956, con la intención de competir en el Campeonato Mundial de Sport Prototipos, la competición de coches más importante de la época.

En 1959, el DBR1 ganó las 24 Horas de Le Mans, una carrera de 24 horas en el circuito más famoso de Francia, el Circuito de la Sarthe, superando a los modelos de Ferrari y Lotus. También fue uno de los únicos tres coches que en 1950 ganaron el Campeonato Mundial de Sport Prototipos y las 24 Horas de Le Mans el mismo año.

Como puede imaginar, un coche de este calibre es una excepcionalidad; solo se construyeron cinco. Afortunadamente, uno de ellos está en manos del entusiasta coleccionista de Aston Martin, Wolfgang Friedrichs: "Siempre he amado los coches clásicos", confiesa. "Comencé a coleccionarlos al entrar en la treintena. Al principio fue complicado saber por dónde empezar; ni Porsche ni Ferrari llamaban especialmente mi atención. De este modo, acabé rindiéndome ante Aston Martin."

"El primer coche que compré fue un DBS6 Vantage en 1987. Lo elegí por su estética y por el eminente estilo británico que desprende la marca Aston Martin. En cuanto comencé a conducirlos me enamoré perdidamente. Decidí empezar a competir en Mille Miglia y mi DB3S no me defraudó. Desde entonces, he competido siete veces en Mille Miglia con mis Aston Martins."

Este éxito en Mille Miglia desató amor incondicional por los modelos clásicos y modernos de Aston Martin. En los siguientes años, Friedrichs ha creado una increíble colección de coches de carrera icónicos de los años 50 y 60.

No obstante, el DBR1 ocupa un lugar especial en el corazón de Friedrichs. "El DBR1 es único. Para mí representa el icónico estilo de los 60. Es uno de los coches más bonitos que he visto nunca y, en su día, era una máquina imparable. Nunca antes había existido nada similar."

Con esta pasión por Aston Martin, estamos convencidos de que Friedrichs también es un amante de Hackett. Cuando compite en el Goodwood Revival, luce pegatinas de Hackett en su coche, sea cual sea el modelo. "Al igual que con Aston Martin, siempre he admirado el estilo británico de Hackett; el gusto de Jeremy tanto en moda como en automovilismo es impecable. Viendo la relación actual entre Hackett y Aston Martin, tiene sentido que represente a ambas marcas con orgullo cuando compito.

El compromiso de Friedrichs con el deporte y su amor por el coleccionismo de coches es admirable, pero ¿de dónde surgió su pasión por las carreras? "No estoy seguro," confiesa. "Solo sé que todo hombre debería conducir un coche clásico al menos una vez en la vida, preferiblemente un Aston Martin." Y no podemos estar más de acuerdo.